Darrin Begley
experimentó un encuentro dramático con Dios hace más de 30 años que transformó su vida y lo lanzó al ministerio. Junto con su esposa, Sheila, los Begley fueron los primeros pastores de jóvenes en la Iglesia Dayspring en Atoka, Oklahoma, donde Darrin comenzó a moverse proféticamente con autoridad y precisión entre personas de todas las edades. Darrin y Sheila dieron a luz campamentos juveniles radicales que cambiaron vidas en esos primeros años y un ministerio itinerante en los EE. UU. Y en el extranjero.
En 1999, el Señor envió a los Begley a Houston, Texas, donde Darrin sirvió como pastor asociado en el Templo del Nuevo Evangelista, también conocido como la Iglesia NET. Los Begley llevaron un mensaje de amor extravagante en Jesucristo, discipulado audaz y libertad liberadora en la adoración que llegó no solo a muchos en Houston, sino en todo el mundo. Tres cortos años después, Dios los llevó de regreso a su ciudad natal de Atoka para formar una iglesia conocida como la Casa de Dios, donde Darrin fue pastor principal durante 11 años.
Los Begley regresaron a Houston en 2014 con la pasión de ser mentores de reformadores, hijos e hijas de Dios identificados por su Padre Celestial y destinados a cambiar el mundo. Darrin solía decir que no vino a construir una iglesia, sino a experimentar el mover de Dios. El nuevo Cuerpo de creyentes en Houston también se llamaría Casa de Dios, ya que Darrin trajo una revelación más profunda de que “Yo soy la Casa de Dios”, un despertar a nuestra relación con la Trinidad y la semilla incorruptible de Cristo que llevamos.
En 2020, Darrin hizo la transición de la tierra al cielo y su inspiración, su vida y amor por Dios y la gente, su revelación, sus enseñanzas, sus mensajes viven en nosotros y a través de nosotros. Sheila, su esposa, sus tres hijas, dos hijos, nueras y nietos abrazan el legado de un poderoso padre, abuelo y líder espiritual. La Casa de Dios, ahora dirigida por Sheila Begley, adopta una nueva comprensión del amor y la gracia gracias a Darrin, y una profundización de nuestra relación con el Padre a partir de la filiación y el descanso. Celebramos la vida de Darrin porque nuestras vidas han cambiado para siempre.
